Mecanismos de participación ciudadana en el Poder Judicial, ¿existen?

 

Hace unos meses el Poder Judicial me brindó la oportunidad de implementar el Servicio Nacional de Facilitadoras y Facilitadores Judiciales en las comunidades de Talamanca y Matina, y hoy puedo afirmar que ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en los últimos años de servicio en la institución.

Confieso que al principio la idea de salir de mi oficina, del aire acondicionado, de las audiencias, firmas y sentencias que estaba acostumbrada a hacer a diario, me abrumó un poco. Tenía miedo de salir a las comunidades, de hablar con la gente, de ser atacada por representar al Poder Judicial, o bien, de que la idea del servicio fuera rechazada. Sin embargo, poco a poco ese temor fue desapareciendo conforme se fueron haciendo reuniones en comunidades organizadas, con asociaciones de desarrollo, comités comunales o líderes y lideresas.

Ver y escuchar el interés mostrado en las distintas comunidades y conocer lugares que nunca había visitado, o quizás que ni sabía que existían, ver las carencias o dificultades que tienen esas comunidades y encontrar personas comprometidas, dispuestas a ayudar de manera desinteresada a organizar o convocar una asamblea comunitaria, en la cual las personas de su comunidad pudieran elegir a sus personas facilitadoras judiciales, a quienes puedo describir como personas deseosas de conocimiento, con deseo de aprender y mejorar, personas dispuestas a sacrificar su tiempo, su familia, por resolver conflictos vecinales aplicando la mediación comunitaria, personas que no esperan un salario, ni el reconocimiento de su comunidad, sino que son simplemente personas ejemplares a quienes llamamos hoy FACILITADORAS y FACILITADORES JUDICIALES.

Es un honor para mí contarles que entre Matina, Limón y Talamanca, contamos con casi 40 personas facilitadoras judiciales, quienes han empezado a realizar mediaciones comunitarias para resolver conflictos vecinales, evacuar consultas y orientar a las personas de sus comunidades sobre los distintos servicios que ofrece el Poder Judicial. Además, han realizado charlas con el fin de restaurar la paz y la armonía en sus comunidades, evitando que personas de comunidades rurales y alejadas de los tribunales, en muchos casos de escasos recursos, tengan que desplazarse a interponer una denuncia o realizar una consulta.

Fotografía de dos profesionales reunidas en una mesa

Esta experiencia de salir de mi zona confort, me permitió darme cuenta que las comunidades necesitan personas juzgadoras más humanas, más conscientes de la realidad en la que vivimos, de las dificultades, temores o desconocimiento que tienen los miembros de una comunidad, que limita el acceso a la justicia.

Ser un instrumento para llevar un cambio, una esperanza a las comunidades más alejadas, ser consciente de que el Servicio Nacional de Facilitadoras y Facilitadores Judiciales es una posibilidad para que la propia comunidad resuelva sus conflictos sin necesidad de ser judicializado, comprendiendo que nosotros las personas juzgadoras estamos llamadas a dar acompañamiento, capacitación constante a esas personas valientes, quienes han sido electas por su comunidad, promueven la paz y la armonía en la sociedad.

Por último, no queda más que decir, que las personas usuarias de nuestra institución lo que buscan con la denuncia es encontrar una pronta solución a su conflicto, sin embargo por las cargas de trabajo que existen en todas las oficinas judiciales, a veces no se logra ese principio de justicia pronta y cumplida, razón por la cual debemos convencernos de la urgente necesidad de promover a la figura de las personas facilitadora judiciales, en todos los sectores de la sociedad costarricense. 


Fotografía de Licda. Mandy Avellán

Licda. Mandy Avellán Sánchez

Jueza Contravencional de Bribri de Talamanca

Encargada de implementar el Servicio Nacional de Facilitadoras y Facilitadores Judiciales en Talamanca y Matina